Julio-Septiembre 2005 24
ISSN 1317-987X
 
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Salud hoy
 




El virus de influenza y gripe aviar

Vida y obra de un virus

Clínicamente el virus de la influenza produce fiebre, escalofrío, cefalea, tos seca y malestar general. Se transmite por contacto directo de persona a persona a través de secreciones y su período de incubación es de 1 a 3 días. Desde el punto de vista epidemiológico se caracteriza por presentar una gran morbilidad y una baja mortalidad, es decir que muchas personas pueden infectarse pero muy pocas fallecen por su causa. Los decesos suelen ocurrir en ancianos, niños o pacientes que están inmunosuprimidos, debido a complicaciones de tipo bacteriano que surgen después de la infección.

La recomendación general para las instituciones especializadas en el tema es que permanezcan atentas, ya que tal y como sostiene el doctor Jesús Querales, presidente del Instituto Nacional de Higiene de la Universidad Central de Venezuela (UCV), "mientras exista gran número de personas infectadas la probabilidad de fallecidos puede aumentar, situación que no es conveniente para ningún país". El estado de alerta y prevención que existe actualmente en los organismos de salud tiene su origen en la llamada "gripe española", epidemia que se propagó por el mundo a principios del siglo pasado, específicamente durante la I Guerra Mundial, cuando contingentes de hombres se trasladaban de un territorio a otro indiscriminadamente.

El autor del libro "America´s Forgotten Pandemia: the influenza of 1918", Alfred Crosby, sentencia el virus de aquella época como "el más mortífero del mundo", debido a que según los datos citados por el escritor, la epidemia de gripe cobró la vida de unos 40 millones de habitantes. Desde los campos de guerra en Europa, el virus evolucionó rápidamente hasta convertirse en una pandemia; no hubo ningún Continente del mundo que no se viera afectado por la gripe española, bautizada con este nombre debido a que la prensa ibérica fue la única que reseñó los estragos del virus sin restricción alguna.

En este punto cabe preguntarse ¿por qué fue tan mortal aquella epidemia de 1918? La respuesta es ampliada por el doctor Jaime Torres, presidente de la Sociedad Panamericana de Infectología, quien explica que el virus de la influenza sufrió una mutación tan drástica que los anticuerpos desarrollados previamente por todos aquellos infectados ya no eran inmunes a los efectos del virus, pues el organismo no los reconocía. "Los estragos son peores aún cuando el individuo no presenta inmunidad previa", afirma Torres. Los registros revelan que para aquel entonces las compañías farmacéuticas trabajaron arduamente para producir la vacuna, pero el virus desapareció antes de que se pudiera aislarlo.

Introducción
Vida y obra de un virus
Carrera contra la mutación del virus
Prevención vigente
La gripe aviar, una amenaza latente
Esfuerzo conjunto de los países andinos
Referencias

NOTA: Toda la información que se brinda en este artículo es de carácter investigativo y con fines académicos y de actualización para estudiantes y profesionales de la salud. En ningún caso es de carácter general ni sustituye el asesoramiento de un médico. Ante cualquier duda que pueda tener sobre su estado de salud, consulte con su médico o especialista.





Instituto de Medicina Tropical - Facultad de Medicina - Universidad Central de Venezuela.
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