Las infecciones por enterobacterias son condiciones emergentes y re-emergentes en diferentes tanto en países desarrollados como en vías de desarrollo. En estos últimos, dichas infecciones ocasionan procesos diarréicos con elevados índices de morbilidad y mortalidad. Actualmente, se implementan múltiples programas de elaboración de vacunas para varias enterobacterias con el fin de solucionar este importante problema de salud pública a nivel mundial (219).
Infecciones por Escherichia coli
Algunos serotipos de esta enterobacteria se han relacionado a condiciones de zoonosis emergentes, tanto en países desarrollados como en vías de desarrollo. La infección se adquiere al consumir carnes contaminadas provenientes de varias especies de animales.
El serotipo O157H7 produce en el humano enfermedad gastrointestinal de tipo diarréico y síndrome hemolítico urémico. Ambas patologías se han manifestado bajo condiciones de endemicidad y como brotes esporádicos. Actualmente, la incidencia de la O157H7 es mayor en países desarrollados. En Latinoamérica su casuística es baja, siendo Chile, Argentina, Uruguay y México donde se ha reportado un número significativo de casos. Recientemente, se reportó casuística para el serotipo O26 en Brasil, el cual también ocasiona síndrome hemolítico urémico.
El serotipo O157, productor de toxina shiga, comparte la misma sintomatología y comportamiento epidemiológico. El reconocimiento de fracciones proteicas de la membrana citoplasmática de este serotipo en pacientes con síndrome hemolítico urémico representa un marcador que sugiere complicación sistémica.
Los mecanismos de resistencia a diversos antibióticos vienen dictados por la composición genética de la E. coli. Dichos mecanismos son variados y complejos.
Para el diagnóstico de estas infecciones, se siguen las recomendaciones de la NCCLS y de la ASM, así como la utilización de la RCP (220-226).
Salmonelosis
Son procesos infecciosos entéricos asociados a estados de malnutrición, así como de inmunosupresión celular y humoral. Esta bacteria, caracterizada por su ubicuidad en todo el mundo, ha desarrollado mecanismos de resistencia a las múltiples drogas utilizadas en su tratamiento. Dicha resistencia es rápidamente adquirida y diseminada entre bacterias de la misma especie así como de otras (227-230).
En su patogénesis, se libera una citotoxina con efecto inflamatorio y lisis celular de los enterocitos. Esto se ve favorecido por el factor de necrosis tumoral (FNT) ?1 y la apoptosis subsecuente (231,232).
Las infecciones producidas por salmonelas están actualmente relacionadas con procesos de zoonosis. Para su investigación, se realizan estudios seroepidemiológicos ya sea en poblaciones urbanas o rurales.
Los sistemas de vigilancia actualmente en rigor mundialmente han permitido ubicar el tipo prevalente de salmonellas en diferentes países. Gracias a dichos sistemas, se ha determinado prevalencia de infecciones por Salmonella enteritidis en Europa, S. typhimurium en Norteamérica y S. virchow y S. hadar en Africa (233,234).
Para su diagnóstico, se siguen las recomendaciones emanadas de la NCCLS y la ASM, así como la prueba de RCP y de PFGE, las cuales también son de utilidad para determinar molecularmente los genes que participan en el desarrollo de mecanismos de resistencia (235-237).
Shigelosis
Es una infección entérica ampliamente diseminada en el planeta y que evoluciona por brotes epidémicos favorecidos por condiciones de insalubridad. Para su diagnóstico, se utiliza la RCP y se siguen las pautas dictadas por la NCCLS y la ASM.
La Shigella ha desarrollado resistencia a los diversos antibióticos utilizados para su tratamiento, tal y como lo evidencian diversos estudios a nivel mundial. Dicha resistencia varía de una región geográfica a otra. Por ejemplo la ampicilina y cloranfenicol, entre otros, han perdido su efectividad en Rusia, mientras que en Francia la amoxicilina ya no es eficaz en el tratamiento de esta infección (238-240).
Infecciones por Campylobacter sp.
Actualmente, estas infecciones se consideran como enfermedades zoonóticas relacionadas con el consumo de alimentos para animales contaminados por estas bacterias. En países desarrollados, estas evolucionan como epidemias, llegando a colocarse entre las primeras causas de diarrea. En Suecia, es obligatorio reportar estas infecciones ante las autoridades sanitarias tanto por el personal clínico como el de laboratorio. Su patogénesis es debida a la producción de interleucina 8 y proteínas del tipo Ccl2, las cuales atraen monocitos, afectando así las células del epitelio intestinal (241-245). Como secuela de estas enterocolitis, los pacientes presentan clínicas de artritis reactiva, síndrome de Guillain-Barré, uno en cien casos y uno en mil respectivamente. De igual manera, estas infecciones han sido asociadas con el síndrome de Miller-Fisher (246).
En la última década, se han diagnosticado un número creciente de especies de Campylobacter, entre ellas C. upsaliensis, C. jejuni y los llamados Campylobacter diferentes a C. jejuni. Estas especies manifiestan resistencia variada a los diferentes antibióticos utilizados en su tratamiento tanto en países desarrollados como en vías de desarrollo. Para su diagnóstico, se han desarrollado recientemente varias técnicas, tales como la RCP (243,246-248).
Infecciones por Clostridium difficile
Actualmente, esta bacteria está asociada al uso prolongado de ciertos antibióticos. Por esta razón, se considera a esta bacteria una de las causas primordiales de diarreas y colitis pseudomembranosa de origen nosocomial. En ocasiones, también se ha visto asociada a infección por rotavirus y adenovirus. Para su diagnóstico, se siguen las pautas dictadas por la NCCLS y la ASM (249,250).